Las normas laborales definen el periodo de vacaciones de los trabajadores como un descanso remunerado de 15 días, que se debe otorgar a todos aquellos empleados que hayan laborado durante un año completo. Si el contrato laboral finaliza antes del año, las vacaciones se pagarán de forma proporcional al periodo total laborado.

El objetivo de las vacaciones es que los trabajadores descansen y recuperen fuerzas para seguir ejerciendo sus labores contratadas.

Ahora, si durante el periodo que el trabajador se encuentre disfrutando sus vacaciones, recibe una incapacidad, el periodo de descanso se suspende y entra el trabajador en un periodo de recuperación de su salud, a través de la incapacidad expedida por el médico de su EPS. Recordemos que una incapacidad médica es el reconocimiento económico que obtiene un trabajador durante el tiempo que está inhabilitado física o mentalmente para desarrollar sus labores.

Las normas laborales señalan que, si se presenta interrupción justificada en el disfrute de las vacaciones, el trabajador no pierde el derecho a reanudarlas. Por lo tanto, una incapacidad es considerada legalmente una justificación válida para suspender el periodo de vacaciones y una vez termina la incapacidad médica, se podrá reanudar el periodo de vacaciones que venía disfrutando el trabajador.